Los sobrevivientes de lesiones cerebrales pueden experimentar discriminación de diversas maneras.
Algunos ejemplos incluyen:
Discriminación laboral:
Muchos sobrevivientes de lesiones cerebrales pueden enfrentar discriminación cuando buscan empleo. Es posible que se les niegue un trabajo o se les pase por alto para un ascenso debido a su lesión, o se les puede obligar a aceptar un puesto peor remunerado.
Discriminación educativa:
Los sobrevivientes de lesiones cerebrales también pueden enfrentar discriminación en el sistema educativo. Se les puede negar la admisión a una escuela o programa o se les puede excluir de ciertas clases o actividades.
Discriminación en la atención médica:
Es posible que algunos sobrevivientes de lesiones cerebrales no reciban el mismo nivel de atención por parte de los proveedores de atención médica que las personas sin lesiones cerebrales. También se les puede negar la cobertura de seguro para servicios de tratamiento o rehabilitación.
Discriminación social:
Los sobrevivientes de lesiones cerebrales pueden ser excluidos de las actividades sociales o tratados de manera diferente por sus amigos y familiares. El resultado puede ser aislamiento y oportunidades limitadas de interacción social.
Discriminación del entorno accesible:
Pueden enfrentar barreras de acceso a edificios, transporte y otras actividades de la vida diaria debido a la falta de infraestructura accesible.
Vale la pena mencionar que existen leyes y regulaciones para proteger a las personas con discapacidades, como la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés) que prohíbe la discriminación contra personas con discapacidades en el empleo, la vivienda, las instalaciones públicas y otras áreas. A pesar de las leyes, este tipo de discriminación aún puede ocurrir y los sobrevivientes de lesiones cerebrales pueden necesitar defensores y representación legal para proteger sus derechos.